Tu siempre quisiste ser un ángel...
Ella estaba tirada en la cama triste, lloraba, pensaba... esa noche pasaría algo que jamas olvidaría.
De repente algo apareció delante de ella, se levantó y la miró. Estaba asustada, lo miró, se limpió las lágrimas de la cara.
-¿Quién eres?
- Vengo a buscarte.
- ¿A mí?
- Necesitas mi ayuda, aquí no te tratan como yo querría...
- No necesito a nadie estoy bien. ¡Vete!
- No me iré hasta tenerte conmigo para siempre- le dijo aquel muchacho.
- No te conozco...
- Te observo cada noche, te observo cada día...
- No te conozco...
- Necesito estar contigo, no me iré hasta que vengas, te daré mi vida- el muchacho le tendió su mano.
-¿Quién eres?
- Vengo a buscarte.
- ¿A mí?
- Necesitas mi ayuda, aquí no te tratan como yo querría...
- No necesito a nadie estoy bien. ¡Vete!
- No me iré hasta tenerte conmigo para siempre- le dijo aquel muchacho.
- No te conozco...
- Te observo cada noche, te observo cada día...
- No te conozco...
- Necesito estar contigo, no me iré hasta que vengas, te daré mi vida- el muchacho le tendió su mano.
Ella no se lo pensó dos veces, la cogió.
En la cima de la luna, él le contó que era su ángel de la guarda, que la había observado, sabía cómo le trataban, sabía qué sentía ella... A él le había ocurrido lo mismo.
Sabía que ella siempre había querido ser un ángel... él le había concedido su deseo, empezó a ser feliz.
R.
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